Buscar

El Budhha del siglo XXI

 

215 ILUS JUANCHO¿Cómo sería el Buddha del Siglo XXI si viviera en occidente, en una gran ciudad, tuviera pareja, estuviera atravesando una separación o tuviera hijos? ¿Cómo sería el Buddha del Siglo XXI si fuera mujer, si fuera directivo de una empresa o estuviera en el paro, si tuviera internet y teléfono móvil? Más directamente, ¿cómo sería yo si fuera un Buddha del Siglo XXI tal y como es mi vida en este instante? Esta es una pregunta fundamental si quiero ahondar en la meditación y me planteo caminar la vía del Zen.

Para muchas personas el Zen es un monje budista sentado en una meditación inamovible en el centro de un silencioso templo japonés. Aunque esa imagen es muy válida, quizás es una imagen fija y además se aleja mucho de mi realidad. El Zen es un camino de vida, solo los vivos pueden recorrerlo, solo en esta vida. Y la vida es continuo movimiento, en todos los planos: mental, físico, emocional, social, etc. Además, el Zen y particularmente su práctica meditativa esencial, el zazen, no es un ejercicio rígido y mental sino una vivencia existencial, completa, fluida e integradora.

Con esta visión amplia, dinámica y contemporánea surge "Zen y Vida", un grupo de hombres y mujeres que apreciamos especialmente el espíritu vivo y transformador de este camino tan apasionante. No nos interesa una vida cuyo centro sea el Zen sino un Zen cuyo centro sea la Vida. Por eso nuestro referente no es el del ser humano que busca al zen sino el del Zen que busca al ser humano. Y es que el Zen no invita solo al despertar de la Mente sino también al despertar del Cuerpo y al despertar del Corazón. El Zen invita al despertar de la totalidad del ser humano. Por eso resulta esencial adentrarse en el zen (o incluso en el mindfulness actual) de forma certera, para que quietud, silencio, concentración o sabiduría y compasión, no se confundan con rigidez, control, desconexión o creencias new age y pensamiento positivo.

La aventura de la meditación es descubrir amablemente cómo el zazen y nuestro día a día pueden hacerse uno con la vida misma, que es siempre manifestación de lo espontáneo, de la interconexión, de la respiración conjunta de las partes y el todo, lo cual incluye ineludiblemente nuestro corazón, nuestro sentir y la capacidad de relacionarnos, conmovernos y de hacernos Uno con todo aquello que negamos y mantenemos separado de nosotros, incluso dentro de nosotros mismos.

No estamos en la China del siglo sexto ni vivimos aislados en una cabaña en lo alto de una montaña. Hoy en día el reto de una enseñanza zen viva y transformadora es respetar al máximo el valioso legado del Zen tradicional e integrar la experiencia meditativa en el contexto actual y en la realidad personal y cotidiana de cada individuo. Por eso nuestro Taller de Meditación Zen, que abre la puerta a participar de esta propuesta personal y colectiva que es "Zen y Vida", lleva como sobrenombre el título "Movimiento-Corazón-Despertar", porque en él exploramos profundamente la respiración y el movimiento vital espontáneoneo, abrimos nuestro espíritu con dinámicas de grupo y de autoconocimiento y no solo aprendemos a meditar según la tradición zen sino que muy especialmente buscamos el despertar completo del potencial humano.

Si te interesa el Zen y quieres aprender a meditar con nosotros, el requisito para entrar no es que dejes tus problemas afuera. Al contrario, ven con todo lo que eres, con tu cuerpo, tu corazón y tu mente, no importa si están llenos de tensión, pereza, miedos, deseos, pensamientos o anhelos. Así es la experiencia humana y es precisamente con lo que eres y tienes, a cada instante, con lo que el Zen te invita a comenzar el camino y a madurar en él. Esta es la única manera en que puedes descubrir tu forma genuina y singular de ser un Buddha en el Siglo XXI.