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Errores que se cometen cuando se intenta peder peso

194 ANGELADespués del verano muchas personas nos planteamos empezar a hacer ejercicio,  cambiar rutinas y comenzar con nuevos hábitos alimentarios, pero a veces, la cuesta se hace dura y abandonamos antes de haber comenzado porque hacemos justo lo contrario que deberíamos.
Aunque es verdad que proponerse perder peso o cambiar nuestros hábitos alimentarios no es nada fácil, existen ciertas prácticas que sin darnos cuenta nos perjudican porque nos impiden obtener resultados satisfactorios. Una cosa está clara, si empiezas a hacer una dieta y no dejas de practicar ciertas costumbres, ¡no vas a perder peso! Probablemente pensemos que somos incapaces de cambiar nuestras rutinas y quizás tampoco estemos mucho por la labor, pero si nos analizamos un poco, quizá lleguemos a la conclusión de que efectivamente nuestros hábitos son la razón de nuestro sobrepeso. Ganar peso es muy fácil, perderlo es luchar contra un cuerpo que se encuentra viciado y enfermo. A partir de aquí mencionaré algunos hábitos que resultan ser poco beneficiosos a la hora de perder peso.
Beber alcohol. Para nadie es un secreto que este es uno de los hábitos más difíciles de dejar, lo peor de este pequeño vicio es que imposibilita de manera drástica que la gente pueda perder peso. Para la mayoría de personas el consumo de alcohol es una cuestión social, vino o cerveza con la comida o a la hora de la cena todos los días. En este sentido, uno de los peores daños que se ha hecho a muchas personas es hacernos creer que el vino es bueno para la salud porque contiene sustancia antioxidantes que previenen enfermedades cardiovasculares. Si queremos tomar sustancias antioxidantes para prevenir enfermedades de este tipo, comamos por ejemplo aguacate o arándanos. Existen infinidad de alimentos con propiedades mucho mejores que las que contiene el vino o la cerveza y además alimentan de verdad al cuerpo. Lo malo de beber alcohol, es que nuestro organismo lo transforma en grasa y desgraciadamente para quien está deseando perder peso, esto se convierte en su pesadilla porque no podrá ver buenos resultados a menos que se comprometa a tomar una copa de vino o una cerveza sólo una vez a la semana. Puedo garantizar que tan sólo con este gesto los resultados pueden ser espectaculares.  
Comer alimentos Light. Ya hemos hablado de este tema infinidad de veces; reitero que el efecto de los alimentos Light es el contrario a lo que nos han vendido. En el caso de los productos sin azúcar, para que no pierdan su sabor e incluso para hacerlos más dulces se les ha añadido edulcorantes, que son sustancias químicas ajenas al cuerpo. Nuestro organismo no reconoce estas sustancias pues no son naturales y no sabe qué hacer con ellas, así que por un lado las acumulará en las células adiposas que fabricará para dicho propósito (ya hablamos de este fenómeno en otro número de la revista) y además el efecto engañoso del edulcorante hará que las hormonas secretadas para metabolizar al “azúcar ingerido”, nos hagan sentir más hambre. Por otra parte, a los alimentos Light sin grasas, se les ha tenido que añadir algo para que sepan bien aún estando sin grasas. Si leemos las etiquetas nos encontraremos con infinidad de aditivos e ingredientes difíciles de pronunciar, imaginemos ahora lo que hará nuestro cuerpo con estas sustancias.

Obsesionarnos con los alimentos. Si nuestra dietista nos dice que comer legumbres, avena, nueces o fruta está bien porque nos ayudará a perder peso, esto no significa que se puede comer grandes cantidades de dichos alimentos. No soy partidaria de formular dietas con calorías pero hay algo que es de sentido común; las porciones enormes harán que subamos de peso sea el alimento que sea. Debemos tener en cuenta que las raciones hay que controlarlas, de lo contrario nos pasará como a una paciente mía que comiendo ensaladas empezó a ganar peso y no se sabía porqué y es que le echaba cantidades increíbles de aceite a la ensalada. Esto es cuestión de pura lógica aunque a veces el ansia nos pueda.
Saltarse las comidas. Estoy segura que hemos escuchado decir esto multitud de veces, pero hay personas con sobrepeso u obesidad que piensan que al estar con varios kilos de más no deben comer tantas veces al día. Sin embargo, permanecer largos periodos de tiempo sin comer activa mecanismos de alarma internos que el organismo interpreta como que debemos de estar pasando por una situación de precariedad y empieza a acumular grasa para asegurar su supervivencia. En este caso el metabolismo se ralentiza y con nada que se coma se engorda más, por ello, una buena idea es comer cinco veces al día en pocas cantidades, obviamente la calidad de la comida ha de ser altamente nutritiva evitándose los alimentos procesados.
Contar calorías. Nada puede ser más estresante que estar pendiente de las calorías, este tipo de dietas o de métodos para perder peso son una auténtica pérdida de tiempo porque se pasa hambre y esto induce al abandono de la dieta. Contar calorías estresa al cuerpo y genera ansiedad, cuando se entra en estos estados el organismo produce cortisol que es una hormona que acelera el apetito y aumenta los antojos por comer comida con grasas y azúcares simples. Curiosamente cuando dicha hormona se encuentra circulando en sangre, no nos apetece comer sano, por el contrario entran muchas ganas de picar otras cosas que casualmente son poco sanas pero hacen que momentáneamente nos sintamos más felices. Desafortunadamente la consecuencia de todo esto es ganar peso.
Comer arrastrado por las emociones. El hábito de comer por aburrimiento, ira, ansiedad o felicidad es el principal obstáculo para quien desea perder peso. No voy a negar que controlar las emociones puede ser algo bastante complicado, pero no es imposible. Antes de plantearnos hacer ninguna dieta, debemos preguntarnos porqué hemos llegado a coger tanto peso, puedo asegurar que la comida no es ni el principal ni el único motivo. La falta de reconocimiento suele ser el primer punto, el no saber quienes somos nos lleva a no poder ver la luz aún estando rodeado de ella. El miedo suele ser la siguiente causa; el miedo a elegir experimentar otras cosas aún sin saber qué hay al otro lado de la puerta. A los seres humanos nos gusta sentirnos seguros y con tal de sentirnos de esa forma nos quedamos en donde estamos sean las circunstancias que sean. El miedo paraliza, el miedo enceguece, el miedo esclaviza ¿qué más da no saber qué hay al otro lado de la puerta? Atreverse es uno de los retos más auténticos que puede experimentar un ser humano, porque cuando tomas una determinación increíblemente la máquina del universo pone a tu disposición infinitas ayudas para que consigas llegar a la otra horilla del río.

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