Buscar

¿Sabes que muchos dolores articulares y contracturas tienen un origen visceral?

246 FRANTe explicamos cómo puedes solucionar muchos dolores y patologías tratando tus vísceras. La idea de globalidad está cada día más integrada en el concepto de cuerpo y salud. Ya nadie duda que todo está comunicado en el organismo que conforma una unidad y que lo externo influye sobre lo interno y viceversa, y, por lo tanto, que el origen o la causa de un dolor o enfermedad puede estar lejos del síntoma, en otro sitio, incluso en otro sistema corporal.

Un poco de Anatomía

Sabemos que en el conducto interior de la columna vertebral se encuentra la médula espinal y de ella salen, entre otros, los nervios autónomos que parten de los agujeros de conjunción entre las vértebras y llegan a los órganos correspondientes –enviando información neurovegetativa. Pero a la vez, desde las vísceras parten los nervios aferentes mandando información de su estado a las vértebras y a través de la médula al cerebro. 

Además de las conexiones por vía nerviosa, encontramos comunicaciones a través de las fascias, el tejido conjuntivo, ya que los órganos están envueltos por este tejido además de ligamentos que unen a los órganos entre sí y con determinadas vértebras, el sacro y en cráneo. Entre todo esta maraña de tejidos se hallan las distintas vías circulatorias como arterias y venas que llevan los nutrientes y eliminan las toxinas de las vísceras, y que pasan entre ellas de modo que serán influidas por la situación y el estado de las mismas.

La Mecánica Visceral

Los órganos, como todas las estructuras corporales (vértebras, músculos…), tienen una determinada movilidad influenciada por la respiración y el diafragma, además de un deslizamiento entre las propias vísceras. Esta movilidad puede verse afectada por diferentes causas:

  • Adherencias por acumulación de toxinas (alimentación, medicamentos, alcohol...).
  • Alteraciones de la información que llega desde la médula a través de las vértebras por bloqueos vertebrales.
  • Cicatrices de todo tipo, incluyendo laparoscopias, cesáreas, apendicitis…que generan adherencias y tensiones muy importantes.
  • Alteración de la circulación por compresión vascular en su trayecto por otras vísceras, tensiones del diafragma u otros músculos, como pueda ser el Psoas… 

Cuando esta movilidad se restringe o se bloquea se verá alterado el funcionamiento de las vísceras, pero a la vez, afectará otras estructuras por medio de las distintas conexiones que antes mencionamos. Es decir que cuando una víscera altera su funcionamiento puede repercutir de distinta manera sobre la estructura osteo-articular y muscular, según las distintas vías de comunicación:

  • El nervio que sale de la víscera y envía información al cerebro.
  • Los ligamentos que unen las vísceras a la columna generarán tracciones sobre estas zonas de la columna.
  • Las compresiones en venas y arterias producirán congestión visceral. 
  • Las caídas de vísceras generarán tensiones importantes sobre el sector de la columna que las sujeta.

Estas alteraciones o disfunciones de origen visceral producirán síntomas que se podrán manifestar tanto en la propia víscera, como ardores de estómago, hígado graso, estreñimiento, digestiones pesadas, infecciones de orina, dolores menstruales, como a nivel osteo-articular. 

De todos modos, si la disfunción de la víscera o de la zona vertebral se mantiene un tiempo sin corregirse dará paso a un progresivo deterioro del órgano o el hueso provocando patologías que conocemos: artrosis, hernia de disco, contracturas crónicas…y patologías viscerales más grave como gastritis crónica, cálculos renales, pólipos, diverticulitis, quistes en los ovarios... En líneas generales, el problema de la víscera es el resultado final de un problema de movilidad que no se ha corregido. 

Algunos problemas Músculo-Esqueléticos de Origen Visceral

  • Lumbalgias: muchos dolores lumbares tienen su origen en alteraciones de la movilidad del riñón que afecta al psoas o por disfunciones del hígado con incidencia sobre el diafragma, además de problemas de inflamación del intestino grueso o estreñimiento. Los excesos de toxinas suelen afectar mucho el funcionamiento de estos órganos, por lo tanto es fundamental mejorar nuestra alimentación.
  • Cérvico-braquialgias: los dolores cervicales con o sin irradiación hacia el brazo u hormigueos pueden estar ocasionados por fijaciones en la zona del cuello relacionada con el pulmón.  Por esta zona pasan importantes nervios y arterias que van hacia el brazo.
  • Dolores de zona media de la espalda y esternón: estos dolores pueden originarse por bloqueos de movilidad del mediastino y la fascia que recubre al corazón que se comunica por varios ligamentos con estas estructuras y con nervios cérvico-dorsales. Los problemas emocionales suelen afectar la movilidad de esta zona.
  • Mareos y cervicalgias: tensiones en diafragma y problemas de estómago van a traccionar del esófago que llega hasta el cráneo produciendo bloqueos en las primeras cervicales que afectarán al riego sanguíneo del cráneo y por lo tanto dolores de cabeza y mareos.
  • Varices y otros problemas circulatorios de las piernas: pesadez, cansancio, retención de líquidos, etc. son síntomas que responden a una alteración funcional en el cuerpo: la mecánica tóraco-diafragmática que afecta el normal funcionamiento de la bomba cardíaca que impulsa la sangre, o tensiones y fijaciones viscerales a nivel pélvico, bloquearán el normal retorno circulatorio de la sangre.

El Diagnóstico Osteopático

La Osteopatía, como medicina holística, diagnostica y trata al cuerpo en todos sus planos: osteo-articular, visceral y cráneo-sacral, siempre exploraremos al organismo globalmente. En lo que respecta al chequeo del sistema visceral nos basaremos en los siguientes puntos:

  • Relación entre zona vertebral y víscera.
  • Relación del órgano con su zona refleja en piel o el dermatoma correspondiente.
  • Movilidad específica de la víscera que evaluamos.
  • Los síntomas dolorosos relacionados con problemas viscerales. 

Todo esto nos conducirá a determinar si el origen del problema mecánico es visceral, vertebral o cráneo-sacral y así poder tratar el sistema correspondiente y las estructuras involucradas. La corrección o normalización de las vísceras, que es lo que en este artículo nos ocupa, se logra con técnicas suaves que liberarán las restricciones de la fascia que rodea a las vísceras y modificarán el circuito reflejo que afecta a una zona vertebral y la musculatura de alrededor. 

El Tratamiento

Insistimos en la idea de globalidad desde un punto de vista mecánico, pero no sólo refiriéndonos al sistema músculo-esquelético, sino integrando todos los sistemas corporales como es el visceral y las fascias profundas que forman el sistema cráneo-sacro. De ahí que ante cualquier dolencia, patología o sintomatología debemos relacionar los aspectos viscerales, circulatorios, endocrinos, uro-ginecológicos, músculo-esqueléticos, etc., y buscar las causas primarias en todo el cuerpo.

Nuestro trabajo estará destinado a liberar las densidades, restricciones y retracciones de los tejidos a través de técnicas manuales suaves y precisas, que tienden a devolver el movimiento alterado en todas las estructuras del cuerpo. 

Actuamos sobre la movilidad de la víscera, las restricciones fasciales, relacionándolas con sus conexiones mecánicas, nerviosas y circulatorias.

En los problemas de origen visceral es importante liberar la víscera en cuestión para que pueda descongestionarse y moverse lo mejor posible. Por eso complementamos nuestros tratamientos con Reeducación y Estiramiento de Las Cadenas Miofasciales y Gimnasia Hipopresiva. 

Desde el concepto de la Osteopatía la causa del problema mecánico estará solucionado cuando el conjunto fascial y las Cadenas MioFasciales se muevan libremente y sin restricciones, es decir que todos los sistemas funcionen armónicamente y el paciente haya recuperado la Respiración y la vitalidad. 

“Hay otro Camino para Solucionar tus Dolores: hay un enfoque Global de la Salud que Trata la Causa de tu Problema…”

Tagged under: Fernando Queipo

COLABORADORES Revista Verdemente