Logo

Mindfulness y terapias psicológicas

Mindfulness es prestar atención a los contenidos de la mente sin juzgarlos.J.Kabat-Zinn

Desde que en el siglo pasado se difundió en occidente la cultura oriental y la meditación, la atención plena o mindfulness ha ido extendiéndose junto a otras prácticas meditativas. Un gran difusor ha sido el monje budista Thich Nhat Hahn a través de sus libros, (El término mindfulness aparece en 1976 en su libro El milagro del mindfulness).

También Jon Kabat-Zinn ha influido mucho en su expansión desde el campo de la salud y la medicina (creó en 1979 el programa de Reducción del Estrés del Centro Médico de la Universidad de Massachusetts) y también en su apertura a la investigación científica.

Aunque mindfulness proviene originalmente de prácticas budistas, hoy se está divulgando ampliamente como técnica terapéutica. Esto sucede tanto en el campo de los trastornos físicos como en el de los psicológicos.

En la actualidad se está produciendo una transformación del enfoque psicoterapéutico, que se manifiesta en las denominadas terapias de tercera generación.

Las terapias que han sido objeto de mayor estudio científico durante el siglo pasado evolucionaron de este modo: las terapias de primera generación, que se basaban en propiciar el cambio de las conductas para ayudar a las personas con su malestar (la hipótesis sería: si actúas de forma diferente, te sentirás diferente); las terapias de segunda generación, añadieron el cambio de la forma de pensar para la mejora personal (hipótesis: si piensas de forma diferente, te sentirás diferente) Aquí aparecen las técnicas cognitivas de cambio de creencias irracionales y pensamientos distorsionados. Estas dos generaciones primeras asumían que las personas podían cambiar.

Hoy día se ha añadido un nuevo modelo en las terapias de tercera generación, que incorporan el concepto de aceptación. Se considera que no todo se puede cambiar en la vida y que lo más realista es enseñar al paciente a vivir con lo inevitable.

Recapitulando podemos decir que se amplía el abanico de respuestas de la persona ante una dificultad: se pueden cambiar las acciones, se pueden cambiar los pensamientos o patrones mentales y también aceptar la realidad de una forma consciente.

Las terapias más conocidas de esta tercera generación son la Terapia Cognitiva basada en la Atención Plena (MBCT), la Terapia Dialéctico-Conductual (DBT) y la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT). El mindfulness es una técnica aliada de estas terapias, para promover actitudes sanadoras como la paciencia, la aceptación ante la realidad cambiante y la desidentificación con los contenidos mentales.

También alguna corriente occidental como el psicoanálisis ha resaltado la importancia de aumentar el nivel de autoconciencia de la persona desde una óptica muy diferente a la tradición oriental.

En cambio la Gestalt, encuadrada en la psicología humanista, considera fundamental el darse cuenta de lo que uno es, siente y percibe: la consciencia del presente. Muy semejante a la propuesta del mindfulness. Algunos autores como Claudio Naranjo incorporan a la terapia las técnicas de meditación.

Trastornos psicológicos, que se benefician del uso de Mindfulness.

El sufrimiento es el resultado de sentir dolor y no aceptarlo.M.Linehan

Aclaramos que en este contexto puede parecer extraño hablar de tomar conciencia del malestar. Esto no significa dejar de luchar o rendirse a una dolencia. Al contrario mindfulness ayuda a escuchar y observar los síntomas en lugar de resistirse a ellos, precisamente como un medio para aliviar el sufrimiento.

Trastornos de ansiedad, que engloban los ataques de pánico, el estrés postraumático, la ansiedad generalizada, las fobias y los trastornos obsesivos. En ellos los principales síntomas son el miedo y la ansiedad. Mindfulness ayuda a experimentar sus sensaciones de forma natural, a afrontarlas en lugar de evitarlas.

Trastornos del estado de ánimo. El más conocido es la depresión. Mindfulness ayuda a las personas a no caer en automatismos mentales como rumiaciones, que son pensamientos negativos en círculo que se pueden alargar durante horas. Se ha comprobado que disminuir estas rumiaciones mejora el estado de ánimo y a la vez disminuye el riesgo de recaídas.

Trastorno límite de la personalidad, que se caracteriza por una alta vulnerabilidad emocional. Con el tiempo la persona aprende a evitar las emociones para protegerse. Con Mindfulness se ayuda a poner consciencia en las emociones y manejarlas, a desarrollar su identidad, a afrontar la realidad y la sensación de vacío.

Trastornos adictivos y de alimentación. Para los que sufren adicción a las drogas, al alcohol, la comida … el mindfulness se dirige a enseñar a observar el deseo de consumir y a manejar la impulsividad.

Trastornos psicóticos como la esquizofrenia han tenido resultados esperanzadores con mindfulness, que propician que la persona reconozca su enfermedad y conviva de forma más armónica con los síntomas resistentes.

La meditación como vía de liberación o como vía terapéutica

La curiosa paradoja es que sólo cuando me acepto tal como soy, puedo cambiar.Carl Rogers

Hay dos caminos que pretenden armonizar la personalidad, a través del autoconocimiento y la consciencia: la liberación y la terapia o cura psicológica.

La liberación hace referencia a un horizonte, a lo trascendente. Es un proceso donde se accede al sentido o significado profundo de uno mismo.

La terapia es un proceso que se asocia con un estado de malestar específico que se quiere aliviar.

La meditación ha estado desde siempre asociada a un camino de realización y evolución espiritual. Lo novedoso es que hoy día también se está adaptando su uso como herramienta terapéutica.

Se ha producido un cambio en el enfoque terapéutico al incorporarse el uso de mindfulness. Está habiendo un diálogo entre la psicología y la espiritualidad, una integración del desarrollo de la consciencia en la práctica terapéutica.

En la relación terapéutica es básica la interacción personal de terapeuta y cliente; en cambio la experiencia meditativa es una práctica de interiorización, incluso aunque se practique en grupo apenas hay interacción con otros, pero si que hay interacción con las propias vivencias subjetivas. Ambos métodos coinciden en proponer una actitud de no juicio y aceptación.

El papel del terapeuta al relacionarse con su cliente como un observador empático y compasivo de sus vivencias, es considerado como elemento decisivo del proceso terapéutico, más incluso que el tipo de terapia que use.

La terapia tradicional daba más importancia a los contenidos mentales y al cambio oportuno de los mismos. En los nuevos enfoques con mindfulness se enfatiza la relación la persona con su propia experiencia interna, (emociones, pensamientos, etc.). Se cree que la práctica meditativa alivia al fomentar pautas sanadoras como la desidentificación con los contenidos de la mente, la confianza a nivel experiencial y la observación compasiva y aceptación de las vivencias.

Recordemos que ambas, la psicoterapia y la meditación, comparten el objetivo de aliviar el sufrimiento humano. Aunque la terapia se pueda limitar a solventar un estado puntual en la vida del cliente, la meditación puede complementarla, ya que indica un sendero más allá: hacia la trascendencia.

Señalemos que ya en Occidente la psicología transpersonal se ha interesado por niveles del desarrollo humano descuidados por otras corrientes psicológicas y que el concepto de autorrealización creado por los psicólogos humanistas puede ser fácilmente asumido desde el enfoque de la tradición meditativa.

¿Qué aporta la meditación a la terapia psicológica?

Al meditar no nos alejamos de la sociedad, no nos escapamos de ella, sino muy por el contrario, nos preparamos para reinsertarnos adecuadamente en ella.Thich Nhat Hanh

• Se puede decir que la meditación equilibra la personalidad en su conjunto. Como entrenamiento mental regular es una ayuda general al proceso terapéutico.

Ayuda a relacionarse mejor con los contenidos mentales y a regular las emociones.

• Se cultivan actitudes sanadoras como la aceptación, la apertura, la paciencia, la compasión, etc.

• Antes de una sesión, ayuda a calmar y adoptar una actitud más centrada. Durante la sesión, facilita la exploración de problemas concretos, aflojando las defensas. Después de un sesión ayuda a integrar las vivencias y el material trabajado.

• La meditación además propicia la experiencia de trascendencia, la cual sería la culminación del desarrollo humano.

¿Qué pautas adopta una terapia que usa la meditación?

Lo que se necesita para cambiar una persona es variar la consciencia de sí misma.A.Maslow

• En primer lugar, el terapeuta debe tener amplia experiencia personal en la práctica meditativa, de modo que tenga buen criterio para proponer el camino más adecuado para el cliente.

• Se debe transmitir la idea de que la meditación es un proceso a largo plazo, que se necesita una disciplina diaria que se mantenga. Que su uso temporal limita sus posibilidades.

• Las técnicas de atención plena se pueden integrar en la sesión terapéutica y en la vida diaria, como manera de centrarse, de regular las emociones, de manejar los pensamientos, etc.

• La práctica propuesta debe ser realista y adaptada a la personalidad del cliente, a su motivación y posibilidades.

La evolución individual puede ser propiciada tanto por el proceso terapéutico como por la práctica meditativa, que pueden ser caminos complementarios de consciencia.

Pero recordemos que ambas son herramientas, el dedo que señala la luna. Como dice Jack Kornfield “ni la meditación ni la terapia son la solución: lo es la conciencia

Tagged under: Agustín Prieta
VERDEMENTE S.L. - 2019 - © Todos los derechos reservados