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¿Relajarse o Meditar?

Mindfulness es prestar atención de manera intencional al momento presente, desde una actitud de aceptación, curiosidad y no juicio.Jon KabatZinn

Al escuchar hablar de meditación, algunas personas dicen: yo medito a mi manera… (refiriéndose a experiencias relajantes como tomar un baño caliente, escuchar el oleaje marino, contemplar el cielo estrellado, etc.) Son momentos de profundo bienestar donde nos alejamos de las preocupaciones cotidianas. Pueden ser gratos momentos de ensoñación, en que la mente divaga; pero no podemos decir que estamos meditando propiamente. El apego a estados placenteros no es meditar (tampoco es evitar lo desagradable).

La meditación no es dejarse llevar por fantasías o flotar plácidamente entre sensaciones agradables, sino que es centrarse en el presente. No es un soporte para la evasión de la mente sino una observación atenta. Exige atención: es un entrenamiento mental.

Yo ya práctico relajación, yoga…

También se recurre a diversas técnicas de relajación, (p.e. la relajación muscular progresiva, la visualizacióno el entrenamiento autógeno) como apoyo terapéutico para reducir la ansiedad o afrontar las tensiones físicas y psíquicas. Dado que min174 AGUSTINdfulness se ha difundido a través de programas de reducción del estrés (sobre todo el de Kabat-Zinn) se puede confundir como otra herramienta para conseguir relajarse.En estas técnicas, la mente chequea si se llega a un estado de relax o distensión. Se modifica la respiración, se invocan imágenes de paz como recursos para llegar a ese estado, a menudo con sugestiones dirigidas por una voz externa. Y por fin se alcanza la relajación a nivel profundo con unos efectos regeneradores. Usamos la atención para llegar al objetivo deseado.
Por otro lado, está el Yoga, un camino tradicional de acceso a la meditación. Las técnicas del hatha yoga o yoga físico: las posturas, la respiración y la relajación, pretenden un reajuste y están presentes en muchos protocolos de meditación. Un equilibrio cuerpo-mente y un estado de bienestar pueden ser perseguidos por el practicante de yoga pero no pueden ser el fin mismo del Yoga ni de la Meditación.
Queremos señalar que el hatha yoga practicado de forma consciente es también un componente del programa citado de Kabat-Zinn, que se convierte así en una práctica meditativa.
En la práctica de mindfulness no hay un objetivo, por tanto no se trata de conseguir estado psico- físico determinado, sino solo observar lo que hay en el presente. Se centra la atención en el cuerpo, percibiendo lo que aparece, sean molestias o bienestar. No se busca por si misma la relajación aunque esta suele aparecer.

Entonces, ¿meditar no es para estar en calma o relajados?

Por un lado NO, pues eso supone buscar un resultado. Se suele experimentar calma pero a veces se viven emociones difíciles, tensiones corporales, pensamientos erráticos, etc. Toda práctica es singular.
Por otro lado SI, la calma es un frecuente efecto secundario al meditar. Como todos los efectos benéficos comprobados por la investigación. Pero la actitud mental adecuada en la práctica es aceptar lo que es, observar sin pretender cambiar nada, sin objetivos.

El cuerpo como foco de la meditación y la relajación.
En la meditación de la atención plena (mindfulness) la respiración y el propio cuerpo son objeto de observación. Se hace un trabajo de relación con el cuerpo que es el comienzo de una nueva relación con los contenidos mentales. Es el cuerpo quien nos indica nuestro estado y nos transmite información del mundo. Uno se hace más receptivo y sensible con la práctica.
Pero no puede confundirse con una técnica corporal que busca la relajación de las tensiones La relajación recorre el cuerpo para buscar la calma. Mindfulness busca la presencia, la consciencia ante uno mismo y también ante el mundo.
Hay un ejercicio básico e importante de mindfulness: el body-scan o exploración corporal secuencial. Se trata de focalizar la atención en cada una de las partes del cuerpo, sucesivamente, habitualmente con el cuerpo tumbado boca arriba. Aparentemente es un ejercicio de relajación pero no se trata de aliviar las tensiones corporales sino poner el cuerpo en el primer plano de la conciencia en una postura receptiva. Es un potente entrenamiento de la atención, y un eficaz ejercicio para principiantes.

¿Es posible Meditar sin objetivos?

Es un punto difícil de comprender para el principiante. Aunque la investigación confirma efectos benéficos, la práctica propone no buscar efectos. Es importante estar con una actitud de observación abierta, sin metas. Aunque para nuestra mente es extraño hacer algo sin un fin, se trata de estar presente en el instante y observar lo que hay, viviendo la impermanencia, el cambio. Cada meditación es diferente. La pauta es no esperar nada. Es una práctica de consciencia sin más.

Una relajación incondicional y otra condicional.

Podríamos considerar que las técnicas de relajación tienen como objetivo llegar a un estado de calma, dependiendo de unos condicionantes para manifestarse, como un espacio físico adecuado, silencio, tiempo, una voz externa que emite sugestiones con un tono suave, etc. Y a veces el estado mental y/o físico esta tan alterado que conseguir llegar a la calma es muy difícil.
Se podría decir que la meditación aporta otro tipo de relajación más incondicional. Una relajación que no depende de las condiciones externas. Para ello necesitamos cambiar el foco de atención desde las experiencias mismas a nuestra relación con ellas. Esto quiere decir que lo que hacemos para relajarnos es menos importante que el modo o la actitud que  tomamos frente a lo que nos pasa en la vida.
Hemos aprendido a buscar la paz fuera de nosotros mismos. Pero quien desarrolla paz interna vive sosegado pese a estar rodeado de conflictos y quien tiene una actitud ansiosa no goza de tranquilidad aunque viva en condiciones tranquilas.
La relajación que proviene de la práctica meditativa es más radical que la relajación basada en técnicas, y requiere del cultivo de la ecuanimidad, que es la actitud de tomar una perspectiva equilibrada ante los cambiantes eventos de la vida. Mindfulness propone prestar atención sin expectativas, simplemente estar presente sin más, y hacer una pausa en nuestro juego mental de perseguir lo que nos agrada o ilusiona y de huir de lo molesto. Entonces en la presencia ecuánime nos relajamos en un nivel más profundo, dejando de reaccionar automáticamente a nuestros impulsos.
Aunque la meditación se presenta a menudo como una estrategia de reducción del estrés, no existe en las enseñanzas de Buda ninguna mención a la relajación. La meditación se usaba como medio para despertar, no para relajarse. Se habla en los textos clásicos de la actitud de soltar, de dejar ir. Dejar ir no es una técnica ni una acción, sino más bien un dejar de hacer. Dejar de quedarnos atrapados en el apego o la aversión ante las circunstancias de la vida. Esta es la relajación primordial que siempre va de la mano de la ecuanimidad y de una comprensión esencial.
Cuando meditamos la distensión y la calma son “efectos añadidos”, no el objetivo. Cuando practicamos diferentes técnicas de relajación, pasar a la meditación supone un salto conscientehacia ese “estar presentes” que va desde lo más físico y cotidiano a lo más trascendente y que proponen  las tradiciones espirituales a las que hoy en día se suman la psicología y la neurociencia.

La relajación es la antesala de la meditación.D. Chopra
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