Logo

En las Cumbres del Cuenco Tibetano (II)

Somos moléculas ordenadas en continua vibración y cambio. Quienes practican la meditación saben que al poner consciencia en alguna parte de nuestro cuerpo, instantáneamente se relaja y ordena. Consciencia y vibración. ¿Podría un cuenco tibetano ayudarnos a crear ese estado? ¿Sería capaz su sonido de hacernos conscientes del momento y del estado en que se encuentra nuestro Cuerpo y Ser? 

Hablamos en el capítulo anterior de la escasa información que nos ha llegado de los cuencos y sus posibles usos. Pero hemos de agradecer a quienes a partir del estudio en las tradiciones orientales y la libertad para buscar desde el presente posibles formas de acceder a estados de consciencia, han experimentado con el cuenco tanto físicamente como espiritualmente, hasta convertirlo en una herramienta espiritual.

También vimos en el artículo de Gongs, que gracias a la forma y la composición del metal, la vibración producida se ordenaba en distintas capas generando armónicos, que más que sonidos, son meta-sonidos, ondas que se crean al chocar unas con otras. En el cuenco ocurre lo mismo, peros sus armónicos se distinguen más fácilmente a simple oído. Y estos armónicos, surgidos de la fluctuación cósmica, generan un efecto hipnótico en la mente, como si ésta no se creyera que fuera real lo que está oyendo y tuviera que prestar su máxima atención. Presencia.

CONSCIENCIA Y VIBRACIÓN

Cuando golpeamos la pared de un cuenco y ponemos una mano cerca, notamos un cosquilleo, como un oleaje de ondas que nos atraviesan. ¿Podríamos utilizar esa vibración para ordenar la energía que fluye en nosotros gracias a los circuitos que se interconexionan en los chacras?

En efecto. Dividamos el cuerpo en tres niveles: inferior – chacras 1 y 2 – medio – 3, 4 y 5 – y superior – chacras 6 y 7. 

Colocamos un cuenco grave -cuyo tamaño será mayor de 18 cm.- encima o cerca del nivel inferior o abdomen. De esta forma equilibramos la energía de estos puntos hasta centrarlos en el sonido tierra que les corresponde. Ocurre esto porque la onda que emiten estos cuencos grandes es larga. Es decir, de baja frecuencia, que al chocar con nuestro cuerpo, rebota o resuena es en las partes blandas del cuerpo, que corresponde con las vísceras y zona inferior. 

Si hacemos lo mismo con un cuenco mediano – de unos 14 a 18 cm. – y lo aproximamos a los chacras del plexo solar y corazón, veremos cómo abre estos puntos y los armoniza, ya que la onda media chocaría con las zonas semiblandas del cuerpo, siendo la zona pulmonar donde más abundan. 

En el caso de los chacras superiores situaríamos un cuenco pequeño – de 10 a 14 cm. – cerca del cráneo. Allí resonaría la frecuenta alta – o agudos - que producen estas cuencos, ya que es en los huesos o zona craneal dónde más se sentiría esta vibración. 

De esta forma podemos formar un set de 3 cuencos -pequeño, mediano y grande- que estén afinados entre sí – con intervalos regulares – para utilizarlos de forma terapéutica. 

VIBRACIÓN Y CONSCIENCIA

La actividad mental es imparable. Más ahora, que se utiliza la inteligencia para la mayoría de los trabajos y actividades. Antaño, cuando era el cuerpo quien debía realizar los esfuerzos laborales, era fácil acostarse y descansar, puesto que la actividad mental era más comedida y no estaba sometida el estrés actual. Pero ¿cómo podemos parar la mente hoy? 

Se ha demostrado en numerosos experimentos medidos con un electroenfalógrafo, que al someternos a una sesión sonora de CUENCOS TIBETANOS, es más sencillo alcanzar un estado ALFA. Ese estado de relajación profunda, parecido al que se alcanza en la meditación, donde la  actividad cerebral  fluctúa entre los 7,5 a 14 ciclos por segundo, produce un estado consciente doble. Por un lado estamos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor, pero a la vez, podemos acceder a la información y estados propios del subconsciente, donde se encuentra nuestro interior más profundo, para llegar a la zona más espiritual de nuestro ser. 

Los Cuencos Tibetanos, como los mantras repetitivos, las voces serenas y profundas, los órganos de iglesia, o los monocordes, tienen esa capacidad para trasladarnos a otra forma de percibir el mundo mucho más serena y consciente. Damos vuelta a la mirada para vernos por dentro y desde ahí, observar la unión con lo externo, donde las ondas de colores, sonidos y materia se forman y fluyen en un incesante  ambio que forma el mundo que compartimos. 

CIMÁTICA

210 CHEMA PASCUAL

Cimática es la ciencia que estudia la manera de poder visualizar el sonido dependiendo de sus frecuencias o notas. El científico suizo Hans Jenny (1904 – 1972) investigó los efectos de la vibración en la materia, es decir, cómo las distintas frecuencias la afectan y transforman.

Es hermoso comprobar cómo una nota musical emitida por un oscilador sobre una plancha de metal previamente espolvoreada con talco o arena fina, es capaz de formar una figura geométrica totalmente ordenada. Y se organiza según un patrón determinado, dependiendo de la frecuencia aplicada.

Estas figuras geométricas son las que chocan con nuestro cuerpo–mente cuando estamos frente a un Cuenco Tibetano. Oscilaciones que reestructuran nuestras ondas al entrar en contacto y armonizar el estado en que nos encontramos. Sí, la vibración nos recoloca, mientras que el sonido nos abstrae. Vibración y Consciencia, el auténtico poder del Cuenco Tibetano. 

 

Las montañas de las que hablamos no son lugares geográficos a los que vamos de excursión o acudimos a esquiar. En realidad, hablamos de los obstáculos de la vida. Son los problemas que queremos superar para vivir felices, aquí y ahora. La expresión “mover montañas” significa, en realidad, superar cualquier dificultad en mi vida, liberarte del sufrimiento.

Para ayudarte en este proceso de liberación, de desprenderte de tus obstáculos, te animo a entrenarte. Te animo a descargarte gratuitamente el libro “21 creencias que nos amargan la vida... y cómo superarlas para ser más felices”. Por un lado, el libro aborda 21 creencias socialmente falsas que nos dificultan la vida para que compruebes que son falsas. Luego, te sugiere cuál es la realidad cierta para que lo verifiques y te ofrece herramientas concretas de entrenamiento para que las integres y transformes en tu día a día. Así darás fe de una vida sabia. Puedes descargarte gratis el libro en www.danielgabarro.com/verdemente.

Te deseo un entrenamiento feliz y que puedas dar fe de lo que vives, porque los resultados internos y externos demuestren que sí vives con sabiduría. 

VERDEMENTE S.L. - 2019 - © Todos los derechos reservados