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Los Sonidos del Chamán: El Tambor Chamánico

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Entre las primeras representaciones de la realidad que hace la Humanidad figura el animismo, en el que se cree que todo lo existente posee un alma o espíritu que lo anima. En ese contexto nace el chamanismo, donde coexisten diferentes realidades simultáneamente. La realidad física –lo que se capta a través de los sentidos– y la realidad espiritual, perteneciente a otro mundo. 

El chamán cabalga de un mundo a otro para hacer posible la comunicación entre el hombre mortal y los espíritus inmortales. Él puede conversar y negociar con los espíritus pues tiene la capacidad de verlos. De esta forma sirve a su pueblo para curar o recuperar almas extraviadas o robadas, a conducir el espíritu de un fallecido a un lugar seguro y apacible, a sanar patologías de seres atormentados por espíritus revanchistas. Con sus aliados de poder (espíritus en forma de animal que cohabitan con el chamán en sus viaje) ayuda a sus congéneres a ser más completos. 

Pero ¿cómo logra el chamán entrar en un mundo inaccesible para otros? Mircea Eliade, el gran investigador de este fenómeno, lo define así: “chamanismo es la técnica del éxtasis”. En efecto, el chamán ha de entrar en un estado de conciencia alterado o de trance, para viajar al mundo donde habitan los espíritus. En algunos casos emplea la ingestión de plantas sagradas como la ayahuasca o el peyote, entre otras. 

EL TAMBOR CHAMÁNICO

En las tradiciones siberianas y muchas de América del Norte y del Sur se accede al éxtasis a través del sonido repetitivo del tambor chamánico.

El tambor chamánico varía poco de unas tradiciones a otras. Se trata de un tambor de mano cuyo marco es de madera y la piel de algún animal cercano al lugar donde se elabore: bisonte, caballo o la más usada en la actualidad, de cabra.

Su forma puede ser circular en los amerindios, oval en Laponia, octogonal en Escandinavia, o redonda con protuberancias en Siberia. La piel se golpea rítmicamente con una baqueta de madera, forrada en un extremo para amortiguar el golpe y no dañar la piel. Si la tensión de la piel es correcta –ni muy húmeda ni muy seca– el sonido será seco y profundo, como si escucháramos el imaginario latido de la Tierra. 

Se ha comprobado que con un ritmo continuado de golpe de tambor con sonido seco y profundo a un ritmo de 220 ciclos por segundo, la mente entra en un estado alterado o éxtasis. El chamán se ve empujado por la vibración del tambor hacia el mundo de los espíritus. ¡Su aventura acaba de comenzar!

ENTREVISTA A NIKOLAY OORZHAK

213 ritual2Nikolay es un músico chamán procedente de la región de Tuva, en la república autónoma de Siberia. Precisamente es en esta zona de montes Altaicos es donde comenzó a desarrollarse el chamanismo primitivo. Según M. Eliade  “el chamanismo es por excelencia  siberiano y central-asiático. Incluso el vocablo nos llega a través del ruso shaman”

Actualmente Nikolai da conciertos y talleres por todo el mundo. Este mes de mayo estuvo actuando y ofreciendo talleres en el centro Mandala de Madrid, donde pudimos entrevistarle.

En época soviética los chamanes estaban perseguidos. ¿Cómo afectó a la tradición chamánica de su región?

En mi infancia el chamanismo era la tradición espiritual principal. En esa época se perseguía a los chamanes y algunos acabaron en prisión, por lo que se ocultaban. Pero era muy difícil erradicar esta tradición. Cuando había un fallecimiento por ejemplo, se llamaba al chamán porque en nuestra creencia sólo él puede acompañar el alma del difunto al otro mundo.

¿Cree usted que aún está viva esa tradición en su región?

Sí, desde luego. Actualmente hay tres clínicas oficiales de curación chamánica. Yo mismo tuve una para ayudar a la gente a sanar su cuerpo y  espíritu. 

¿Cuales fueron sus inicios musicales y chamánicos? 

Empecé como cantante especializado en canto grave difónico (Khoomei). Se trata de una técnica vocal con la que se cantan dos sonidos simultáneos, uno grave gutural y otro agudo rico en armónicos. Cuando me inicié en el chamanismo a los 48 años, vi que ese canto produce unas vibraciones que pueden llegar a sanar. También toco el arpa de boca, muy beneficiosa para liberar tensiones y bloqueos. 

Cuándo se hizo chamán ¿qué le aportó musicalmente?

Entonces descubrí  el poder del tambor. En Siberia un chamán sin tambor es como un jinete sin caballo. De hecho el tambor chamánico se llama caballo mayor. Según se van aprendiendo ritmos y  tocando con el corazón, se abre nuevos niveles de consciencia que después aplicamos en la sanación. 

¿Se hacen ustedes el tambor?

En nuestra tradición existen muy buenos maestros artesanos que fabrican los tambores. Pocos chamanes lo hacen por sí mismos. Existe también la costumbre de regalarse e intercambiar tambores.

¿Qué vínculos tiene con su tambor?

Para nosotros el tambor está vivo y pose una energía específica. Si colocas el tambor frente a una luz y lo observas por detrás, el tambor te habla,  te dice qué energía tiene, femenina o masculina. 

¿Cómo lo utilizan?

El tambor sirve para entrar en un estado de consciencia alterado. Se ha de tocar a un ritmo constante, como el galopar de un caballo. Las ondas que expande el tambor a su alrededor hace que el universo se manifieste a través del chamán. Éste canaliza la energía que le llega y la transmite con el tambor para crear un efecto de sanación. 

¿Cómo se “tira la medicina” desde el tambor en su tradición?

La medicina chamánica se  transmite a través de la vibración. Primero vibran las células de la sangre y gracias a ella se extiende por todo el cuerpo. De esta forma la consciencia universal que el tambor emite, genera una vibración sanadora con cada individuo que la escucha.  

Chema Pascual

 Para saber más:

http://bit.ly/2qSZHtW

http://bit.ly/2remELd

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