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¿cómo limpiar la mente de pensamientos basura?

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Herramientas concretas para cada nivel de conciencia
Pensar es un acto sencillo. Lo corrobora el hecho de que cada día tenemos alrededor de unos 60.000 pensamientos. Lo hacemos a todas horas, en todo momento.
Sin embargo, la gran mayoría de lo que pensamos, por no decir el 90%, no nos es útil. ¿Cómo podemos cambiar esta inercia?
SABER QUÉ ES UN PENSAMIENTO
Antes de empezar, quizás deberíamos preguntarnos: ¿qué es un pensamiento?
Para mí es una información ordenada sobre algo. Es decir, es una información subjetiva y ordenada sobre un aspecto de la realidad. Es la manera como yo ordeno mi espacio psíquico.
Ese orden no es algo físico. Tampoco es emocional. Es la interpretación que yo hago de lo físico, de lo emocional, de toda la realidad… Todo ello me proporciona un mapa ordenado de la realidad, una estructura a mi psique.
En esta información, no importa que aquello que pensemos subjetivamente sea cierto o falso. Por ejemplo, yo puedo tener un pensamiento que afirme que las hadas y los unicornios existen y cabalgan juntos por el parque del Retiro de Madrid los lunes pares por la mañana. No importa que sea cierto o no: ordena mi mundo de una forma determinada.
A la vez, que algo sea falso, no me salva de sus consecuencias. Cuando yo pienso el mundo desde un punto de vista determinado, eso implica una serie de consecuencias que debo asumir: ¡los lunes por la mañana buscaré unicornios en el retiro!
DISTINGUIR UN PENSAMIENTO BASURA
Este tipo de pensamientos, no cesan así como así.
Del mismo modo que el corazón no puede dejar de latir, la mente no puede detenerse. Si la mente está hecha para manejar pensamientos, es lógico que no pueda hacer otra tarea distinta. Naturalmente que podemos situarnos detrás de la mente en estado meditativo, pero eso no quita que la mente concreta siga estando activa y su única forma de trabajar sea a través de pensamientos.
Por eso, es tan importante saber distinguir los pensamientos basura, de los que no lo son. Un pensamiento es basura cuando se cumplen, como mínimo, dos características: por un lado, es falso; por otro, es pegajoso o lapa, es decir, no nos lo podemos quitar de encima.
Entonces, ¿está todo perdido?
CONVERTIR LOS PENSAMIENTOS EN ABONO
No. Existen diversas técnicas para convertir los pensamientos en abono según nuestro nivel de conciencia. Según estemos en un nivel u otro, necesitaremos unas técnicas concretas u otras.
El primer nivel es el de la mecanicidad total. En este nivel, la persona todavía no tiene consciencia, se deja llevar por la inercia. No hay un verdadero “yo” que viva esa vida. Desafortunadamente, en este nivel de conciencia no hay nada que hacer. Básicamente, porque en este nivel sufrimos inevitablemente y culpamos a los demás de nuestro sufrimiento. Como no asumimos nuestro rol, todavía no podemos aprender. Como culpamos a los demás, todavía no buscamos ningún “Yo” que esté más allá de la mecanicidad.
El segundo nivel es el de la mecanicidad parcial. Aquí empezamos a desempeñar un cierto trabajo interior que nos permite dar unos pequeños pasos hacia el autoconocimiento.
En este nivel, cuando tenemos un pensamiento basura, una técnica útil es preguntarse: ¿hasta qué punto este pensamiento es cierto? Desmontar la lógica del pensamiento puede ser muy sanador, pues veremos que normalmente son pensamientos exagerados y poco lógicos.
El tercer nivel es el del Yo experiencia. En este nivel, descubrimos que somos capacidad de comprender, de amar y de hacer que se expresa de forma consciente.
Cuando nos encontramos aquí, podemos utilizar el método PRIAA (lo aprendí de Pau Hernández): parar, respirar, aceptar lo que estoy sintiendo y viviendo, y actuar conscientemente desde los valores propios. Remarco la idea de actuar: cuando tomamos una decisión y actuamos, nuestra mente se calma rápidamente.
Por otro lado, también podemos movilizar los valores de forma consciente. Por ejemplo, si yo pienso que la gente no es lo suficiente limpia o humilde, en lugar de acusar a los demás de no serlo, yo expreso el valor del orden y la humildad. Dejo de depender de los demás y me doy cuenta que cuando expreso mis valores conscientemente, soy.
El último nivel es el de las personas que están en Esencia. En este nivel, la persona se expresa dando permiso a la Vida misma, a la Divinidad, a la Esencia para que se exprese a través de él/ella.
En este caso, una técnica útil es desidentificarse. Es decir, mirarme sabiendo que el “yo” no tiene importancia, percibiendo que lo físico (e incluso lo psicológico) son meros vehículos. A medida que nos vamos desidentificando, nos damos cuenta de ser el amor, la energía misma y no el cuerpo o la psicología concreta a través de la que expresa. Cada vez podemos dar más importancia a esto profundo, en lugar de al vehículo.
VIVIR DESDE LA ESENCIA
Todo aquello que vivimos desde el fondo y hasta el fondo, queda absorbido por la Esencia. Cuántas más cosas limpiemos desde la Esencia, más fácil nos será vivir en calma.
Pero todo sucederá cuando sea correspondiente, ni un instante antes, ni un instante después.
Haz el trabajo que ahora te corresponda y deja el resultado en manos de la vida, mientras disfrutas de la vida. Si quieres saber más de mi trabajo, no dudes en visitar mi web: danielgabarro.com

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