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Al Reencuentro de la Esencia Femenina

 

198 LALITALa importancia de los Círculos de Mujeres
Nos encontramos en un momento decisivo para el Despertar de la Energía Femenina tanto en hombres como mujeres. Corren tiempos de escuchar más nuestro cuerpo, darnos cuenta de que necesitamos aflojar el ritmo de vida, y de relacionarnos de otro modo.
En este nuevo percibir, las Mujeres en especial, sentimos el impulso de reunirnos para compartir, para expresar y para reflexionar acerca de temas relacionados con nuestra Esencia Femenina.
¿Qué es un Círculo de Mujeres?
Un Círculo de Mujeres es un encuentro entre dos o más mujeres con una intención determinada, más allá de charlar acerca de lo cotidiano o una reunión de amigas.
En este espacio todas las mujeres son bienvenidas, sin importar edad, condición social, creencia religiosa o de pensamiento. Las posibles diferencias entre las mujeres que componen el círculo enriquecerán nuestro aprendizaje y compartir, pues todo lo que le sucede a cada una de las mujeres, afecta y nutre al círculo.
El Círculo, al ser redondo, permite que todas las integrantes nos percibamos, sintamos y veamos, para expresarnos desde nuestra verdad y generar empatía y conexión por el grupo.
En el círculo no hay jerarquía lineal, ni triangular. El círculo nos conecta con modelos de toma de decisiones ancestrales, dónde la palabra de cada componente es de igual importancia.
¿Qué se aborda en los Círculos de Mujeres?
El círculo nos reúne para celebrar la Unidad y el Recuerdo de lo Sagrado Femenino. Nos brinda la oportunidad de juntas rememorar y acceder a información de nuestros ancestros a través de lectura de textos, cantos, música, danza, simbolismo, mitología, recitación, meditación… y múltiples expresiones del alma para encender el Espíritu.
Un Círculo de Mujeres es un lugar sagrado de Reunión y Reencuentro femenino. Es acceder al recuerdo de nuestras abuelas, madres, tías, primas, y hermanas en busca de nuestra Esencia femenina.
El Círculo nos ayuda a revivir los antiguos rituales de iniciación y celebración del Cuerpo Femenino (Ritos de paso: de niña a mujer, de mujer a madre, de madre a abuela…; Feminidad Cíclica: Menarquía, Menstruación y Menopausia) y la propia Naturaleza (Estaciones, fases de la Luna, los Elementos…).
Cada Círculo es único, la energía que se moviliza en ellos depende de las mujeres que lo componen y de cuál es su intención o propósito a desarrollar en cada encuentro.
¿Qué nos aporta formar parte de un Círculo de Mujeres?
El Círculo nos devuelve la capacidad intuitiva esencial, nos conecta con los ciclos naturales de Vida-Muerte-Vida; nos inspira para crear el cambio que anhelamos en nuestra vida, y por lo tanto nos regala la oportunidad de transformar la sociedad en la que vivimos ofreciendo conciencia y plenitud a nuestras familias, parejas, y generaciones venideras.
Comprendiendo y recordando nuestra Feminidad, sanamos nuestros vínculos maternos y nos aceptamos y amamos como las mujeres que somos. Esto supone un cambio inmenso en nuestras vidas. Accedemos a nuestro potencial, nos hacemos responsables de nuestra propia existencia, y por lo tanto, nos damos permiso para abrazar nuestro poder personal.
¿Qué hace falta para crear un Círculo de Mujeres?
Tan sólo sentir el llamado a convocar la reunión desde una escucha sincera. Un anhelo por el reencuentro con otras mujeres para juntas deshacer nudos y crear lazos de amor y entrega.
Un espacio limpio y cuidado para crear un ambiente cálido, acogedor y nutricio.
Un altar dónde reconocer nuestra propia divinidad, y sentirnos reflejadas a lo largo del encuentro. El altar es en realidad el útero primordial, un cáliz, un lugar que acoge y nutre el trabajo que desarrollamos desde el círculo. Es el reflejo de la Madre Divina, de la Gran Diosa, de Shakti, de la Madre Tierra y del Padre Cielo. Es la alquimia. La Gran Boda. La Comunión y el Éxtasis de Vida.
¿Cómo podemos crear un Altar?
De igual modo que cada círculo es único, cada altar es especial e irrepetible. No es preciso crear altares muy laboriosos, esto dependerá de nuestros gustos personales, y las mujeres que integren el encuentro. Cada una de ellas llevará una ofrenda para colocar en el altar, representando así algo de importancia para ella en ese encuentro, y que al llevárselo de vuelta a casa, le recuerde el trabajo realizado, le inspire y aporte fortaleza para afrontar su vida cotidiana.
Por ello para mí es importante crear un altar con mimo y dedicación, atendiendo diferentes particularidades:
•    Que el altar sea redondo (a modo de yin/ yang; sol y luna; abrazando las dos polaridades masculina y femenina que configuran el Universo creador)
•    Tener las cuatro direcciones como referencia: Norte ( Tierra ) , Sur ( Fuego) , Este ( Aire), Oeste ( Agua ) y colocar en sus respectivos lugares elementos del altar  (Norte: semillas y/o frutos ; Sur: Vela/ s ; Este: Incienso ; Oeste : Agua )
•    Flores frescas (las blancas son las de más alta vibración, para encuentros más místicos o meditativos, mientras que las rojas, naranjas o amarillas son adecuadas para celebraciones más expansivas).
•    Una vela principal (colocada en la dirección del Fuego) que nos conecte con el Fuego del Espíritu, con la Luz y la Conciencia Infinita, con el poder de transformación y purificación del fuego.
•    Quemar palo santo, salvia o inciensos naturales: Es un modo de limpiar el espacio, y a nosotras así como nuestras emociones. El olor que desprenden también nos ayuda a relajarnos, y conectar con estados más profundos de nuestro ser.
•    Piedras y Cuarzos: Según lo que vayamos a trabajar utilizaremos un tipo de piedras u otro, pero no nos equivocaremos si tenemos Cuarzo Rosa, Cuarzo Cristal y Amatista.
•    Un libro de referencia: Citas, simbolismo, poesía, mitología, espiritualidad…

Para mí el altar, es un símbolo muy poderoso. ¿Por qué? Porque tras más de 8 años guiando y facilitando Círculos de Mujeres he percibido cambios y transformaciones casi instantáneas con el mero hecho de contemplarlos. Las mujeres se transforman al estar delante del altar. Algo ocurre dentro de ellas. Desde el asombro, hasta el deleite, desde el desconocimiento hasta el recuerdo más profundo.
Algo ocurre en nosotras al sentarnos en círculo alrededor de un altar. Se activan patrones de recuerdo celular, reconocemos símbolos y nuestro inconsciente genera información que nos invade de calma, una serena perplejidad de que estamos “en casa”.

El acto sagrado de sentarnos en silencio y tan sólo observar, la contemplación del altar, nos insufla energía renovada, es una recarga de energía cósmica a modo de regalo divino

 

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Tagged under: Ángela Tello
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