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Trabajo sobre uno Mismo para la Ascensión de KUNDALINI

209 RamiroLos chakras no hay que entenderlos solamente como dimensiones o estancias fisiológicas o energéticas, sino también psíquicas. El despertar de la semilla de iluminación que es Kundalini no viene sólo por medios mecánicos o técnicos, ni por prácticas físico-energéticas, sino también por cambios en la actitud: activación de potenciales psíquicos aletargados y desencadenamiento de una manera diferente de ver, superando los puntos de vista escleróticos y las reacciones estereotipadas. Por eso el despertar de la energía Kundalini requiere todo un trabajo interior, para ir ascendiendo a diferentes planos de consciencia, que se nos abren cuando esa semilla de iluminación despierta y va desplegándose, estimulando las mejores energías físicas, sutiles, mentales, emocionales y espirituales.

Podría decirse, en términos generales, que las técnicas del Hatha-yoga avivan los centros muladhara y swadisthana, es decir, los potenciales más biológicos. El pranayama activa el manipura o centro que se corresponde con el plexo solar, y las técnicas psicomentales y el trabajo de modificación de actitudes y cultivo de la lucidez y la compasión, estimula los chakras más altos. El despertar de la Kundalini implica, pues, un trabajo psicosomático-energético-espiritual, y para ello, el yoga nos brinda un gran número de técnicas transformativas y liberatorias.

El trabajo consciente sobre el cuerpo, mediante los procedimientos que son asanas, bandhas, mudras y shatkarmas. Todos ellos ejecutados con la implicación exhaustiva de la consciencia, pues así se trabaja en el nivel físico, energético y psicomental. Mediante el conocimiento directo del cuerpo, se va consiguiendo el desarrollo de la intuición.

  1. La observancia de preceptos éticos genuinos. 
  2. La asidua realización del pranayama. Se aprende a manipular con increíble precisión las energías sutiles y final. 
  3. La recitación de mantras o de los bija-mantras asociados a los diferentes chakras. 
  4. Las técnicas de interiorización, como el pratiahara o retracción de los sentidos. 
  5. Las técnicas de concentración, meditación y visualización. 
  6. El cultivo de la lucidez y la compasión.

El kundalini-yogui pone los medios para "sutilizarse", o sea desplazarse de los elementos burdos a los más sutiles, de las energías toscas a las más finas. Este proceso de "sutilización" y apertura a lo Absoluto, se va consiguiendo al ir pasando de unos a otros elementos (tierra, agua, fuego, aire, éter) en la ascensión de los chakras. También el kundalini-yogui aprende a activar sus puntos vitales, porque así obtiene energías extras que estaban aletargadas, y le serán de mucha utilidad en el viaje de la ascensión hacia lo Incondicionado.

 

Como dijo Jesús, “si arrojas la simiente a terreno baldío, ésta no prospera”. Si el aspirante espiritual no se aplica con rigor a despertar y estimular su simiente de iluminación, ésta no florece y se seca. El kundalini-yogui aprende a manejar todas sus energías, desde las más toscas -las fisológicas- hasta las más sutiles -las supramentales e intuitivas-. Todo ello implica la ascensión a más elevados grados de consciencia, que otorgan una visión más panorámica y clara y, por tanto, más trasformativa. Potencialmente toda persona es un despierto o Buda. El sadhana o entrenamiento espiritual tiene por objeto activar y desplegar nuestra potencialidad espiritual, lo que hace posible la evolución consciente y la conquista de un tipo especial de conocimiento que es realmente transformativo, porque no sólo es intelectual sino supracotidiano o supraconsciente. El denominado "loto de los mil pétalos" es a la par personal y transpersonal y es el receptáculo de una sabiduría liberadora por la que han velado los grandes maestros e iniciados. Al decir de la tradición hindú, el que logra que su energía espiritual o kundalini se establezca en ese chakra, se convierte en un liberado viviente; que es de todos pero de nadie en demasía; que está en este mundo sin estar en él; que es como las imperturbables aguas de un lago. Mientras los otros duermen, él vela. Mientras los otros se afanan, él está en calma. Pero solo un liberado-viviente puede reconocer a otro liberado-viviente. Así que en un ámbito tal es mejor callar.

 

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