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RAQUEL SERRANO

RAQUEL SERRANO

EL PODER DE LOS FERMENTADOS

Naturopatìa,Kinesiólogía, Nutrición Ortomolecular y Terapéutica digestiva.

Es mi propia experiencia y la que me aporta la práctica clínica en consulta, la que me conduce a centrar mi interés por la microbiota intestinal y los alimentos fermentados Impartiendo  “Talleres de Fermentados” ¡mi gran pasión!

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¡Pero mira que eres bicho!

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¡Cuántas veces habremos oído esta frase en boca de nuestros padres cuando éramos niños! ¡Si supieran cuánta razón tenían aun desconociendo su más amplio sentido!
Por ello me dirijo a todos vosotros, padres e hijos para afirmar con orgullo ¡sí, soy un bicho! Aunque en realidad más que un bicho somos, y digo somos porque cada uno de vosotros también lo sois, una comunidad de ecosistemas constituidos por millones de microorganismos clasificados en centenares de especies, generando estructuras altamente organizadas e interactuando en simbiosis con su huésped: nosotros.
Y creedme que hay razones de peso como para afirmarlo, ya no solo por el número de estos bichitos que habitan en nosotros, superable al de nuestras células, sino que también esa parte “humana” que nos identifica tiene sus raices en asociaciones microbianas. Así, nuestras células surgen de la fusión de dos microorganismos (arquea y bacteria) hace millones de años. Es decir, nuestras mitocondrias celulares son descendientes de una bacteria. Los cilios móviles de las células de la tráquea, de las trompas de falopio e incluso los espermatozoides apuntan a tener su origen en bacterias espiroquetas como fruto de una relación simbiótica, o de cooperación.
Este marcado liderazgo de los microorganismos en nuestro organismo se pone de manifiesto con la presencia de los 8 millones de genes no humanos (bacterias, virus, hongos entre otros) frente a los 23.000 propiamente humanos.
E incluso vamos más allá con las últimas comprobaciones que establecen que “el 98,5% del genoma que se consideraba “adn basura” en realidad controla y regula al otro 1,5%, donde se pensaba que estaban solo los genes. Uno y otro están formados por genomas completos o fragmentos de genomas de virus, retrovirus o elementos provenientes de ellos”. Así lo explica Máximo Sandín (Doctor en Ciencias Biológicas y en Bioantropología) www.somosbacteriasyvirus.com
De ahí que ese sentido de individualidad, resultado de una mente egoica, se desvanece con el concepto, para unos más difícil de digerir que para otros, del ser humano como el fruto de la interacción de millones y millones de microorganismos perfectamente organizados que trabajan para mantenernos con vida.
¡Porque la Vida es colaboración y no lucha!
Todavía nos falta mucho por descubrir de este inconmensurable universo y solo podremos dar un paso hacia adelante en nuestra evolución trabajando al lado de ellos para conocerlos y entenderlos, porque conociéndolos a ellos nos conoceremos a nosotros. Recordad que estos microorganismos no forman parte de nosotros sino que nosotros formamos parte de ellos.
Aunque el orgullo inútil que nos ciega, hace creernos que somos la especie más evolucionada superior a las otras especies con una exclusiva identidad que nos desvincula del resto, solo nos genera problemas. Estos microorganismos, únicos habitantes de la Tierra hace 3.500 millones de años, los organismos vivos más abundantes en el planeta, capaces de vivir y desarrollarse en cualquier ecosistema, son los auténticos creadores de la vida, y si estamos vivos es gracias a ellos.
Por eso en una inagotable esperanza y confianza para que se arroje luz a este firmamento microscópico, injusta y duramente tratado, que durante siglos ha tenido que padecer el veredicto humano de culpabilidad. Somos muchos, y cada día más, los que creemos que estamos a tiempo de revertir el daño producido a toda la biosfera. Por ello, apostamos por regenerar nuestros organismos a través de una alimentación rica de probióticos como la que nos proporciona el consumo de alimentos fermentados. También regenerar nuestros campos devolviendo su potencial microbiológico entre otros, como la hace la agricultura regenerativa, en campos seriamente minados de pesticidas, antibióticos y agroquímicos, que están haciendo agonizar a la tierra, privándola de su riqueza nutricional y energética para satisfacer la masiva demanda industrial.
Creo que todo esto sería motivo suficiente para despertar en ti el interés por comprender, profundizar y amar este bondadoso y maravilloso universo microbiano, si te importa la Vida en la Tierra, si te importa tu Vida.
¡Te invito a conocerlo!